lunes, 1 de marzo de 2010

EL CONTRATO SEXUAL


Salía de mis clases de Ingles, un poco más de las 7:00 de la noche, fue algo inesperado encontrarme con Evelyn, la topo; –amiga a la que conocí en algún momento que no recuerdo –ya le decían así cuando la conocí. Caminamos, conversamos, reímos y seguimos caminando, en realidad es una de las contadas personas que conozco que no le gusta caminar, también es una de las contadas personas mujeres que conozco, con quien se puede conversar entretenidamente y aprender muchas cosas. Bueno, lo escrito no tiene como fin hablar de ella –ya en otro momento lo haré –sino comentarles sobre un libro que mi amiga Evelyn “Topa” me recomendó. EL CONTRATO SEXUAL de Helen Fisher, tan solo con el nombre y la pequeña introducción del libro que Evelyn me hizo, despertó en mí el interés de querer leerlo.
EL CONTRATO SEXUAL, no es libro que te llena la cabeza de perturbaciones sexuales, ni mucho menos es un libro de aberraciones sexuales que cada persona por más santa, disimulada o reprimida que sea, la tiene –no nos hagamos a los desentendidos –EL CONTRATO SEXUAL es un libro netamente de resultados de años investigación científica, para entender la evolución –basada en la teoría Darwiniana –de la sexualidad del ser humano, nuestra sexualidad.
El libro contiene once capítulos, todos ellos muy interesantes, y me tomo la libertad de contarles y en algunos casos citarles literalmente de que trata el libro, esperando despertarles el interés y que se animen a comprender un poquito más acerca de nuestra sexualidad y por que actuamos de una forma determinada dentro de la sociedad.
CAPITULO 1 “ATLETAS SEXUALES”
Como diría Esther Vargas –ex blogger, porque ese blog murió pero sale en Perú 21 – cuando estamos reunidos entre amigos(as) en una fiesta o reunión y por alguna u otra razón nos preguntan, ¿Cuándo fue tu última vez que tuviste relaciones sexuales? A la clásica preguntilla varones y mujeres reaccionan de manera diversa, pero con cierta tendencia a sumar un coitito para no quedar mal parados, aunque siempre claro hay sus excepciones.
En estados unidos –en los ochentas –las parejas hacían el amor de una a cuatro veces por semana. La famosa encuesta “Durex” –para Perú en el 2006 –señala que la media anual de relaciones sexuales es de 103 coitos al año, siendo los de entre 35 y 45 años con más encuentros íntimos, luego le siguen los de 25 a 43 años y en tercer lugar los de 16 a 20 años. Y ahora ¿en qué parte de las estadísticas entro yo?... un amigo mío, en son de broma me comento que si no lo utilizas lo puedes perder – ¿saben a lo que me refiero verdad? –ja ja ja… felizmente es solo una broma, pero bueno tampoco contare sobre mí vida intima, sino del libro.
Ya con una pequeña introducción y con algunos datos estadísticos de nuestra realidad, la sociedad se mueve de esta manera: cuando no estamos haciendo propiamente el amor solemos estar preparándonos para hacerlo. Varones y mujeres compran ropa para atraer al sexo opuesto –o al menos hacen el mejor intento de verse bien –los periódicos de a diario nos muestran carne desnuda. En los anuncios se ven hombres robustos, mujeres con pechos grandes y buen trasero –y la publicidad lo sabe y le saca el jugo al tema sexual –.Nos implantan hábitos de consumo: que desodorante usar, que marca de zapatillas usar, que comidas consumir, un sinfín de bienes y servicios nos ofrecen sexo hoy en día.
A diario, a cada minuto nos rodean las llamadas al apareamiento de las novelas románticas, películas, series de televisión, todas ellas nos bombardean con temas amorosos. Las canciones populares de todo tipo y genero –desde hace unos años lo viene haciendo el regueton –todas estas exaltando al éxtasis por el amor. Reímos con chistes de doble sentido con los amigos(as), jugamos juegos sexuales consiente e inconscientemente, coqueteamos con los amigos de la universidad o el trabajo, dejamos que nos cortejen, nos exhibimos para otros en la calle. Utilizamos ademanes, posturas, gestos, indumentaria, etc., etc., etc.
Para entender porque la sociedad tiene este comportamiento, tenemos que volver en la historia y saber cómo nuestros ancestros desde tiempos remotos, ya lo hacían, y que ahora somos resultado de un determinado proceso histórico. Por ejemplo. Los esquimales recurren por tradición a un juego que se llama “apaga la luz” para hacer cambios de parejas, poniendo un toque de humor a las largas noches invernales árticas. En las islas Utithi, en el pacifico occidental, los pescadores micronesios hacen el amor todos los días. Celebran un día de fiesta que se llama “pi supuhui” o de las “cien caricias”. Durante un día y una noche, los individuos se emparejan y se van al bosque descansan, pasean y hacen el amor cuantas veces puedan –qué lástima que no nací en Utithi –en fin. Los seres humanos en todos los rincones del mundo hacen esfuerzos para resultar atractivos al sexo opuesto, somos una especie consagrada a la sexualidad. Está presente en nuestras conversaciones, nuestras bromas, nuestras lecturas. Por ejemplo la invención en occidente del tacón alto para las mujeres, para aumentar su gracia al caminar es adoptada e infundida en todo el planeta.

Esto es extraordinario, somos una evolución, con una capacidad de excitación constante. Sobre todo las mujeres, ya que físicamente es capaz de hacer el amor todos los días de su vida adulta. Puede copular en el embarazo y puede reanudar la actividad sexual al poco tiempo de tener su hijo. Es asombroso, ninguna hembra de ninguna otra especie con reproducción sexual puede hacer el amor con la misma frecuencia.
Esa es pues nuestra herencia. A diferencia de otros organismos femeninos, la hembra humana ha perdido el período de celo. Debido a ello, puede hacer el amor todos los días de todos los meses de todos los años. Puede hacerlo cuando está menstruante, en la gestación, poco después de dar a luz. Puede alcanzar orgasmos múltiples y continuos, y cuantos más sienta más podrá sentir y más intensos. Hasta se intensifican con la menstruación, el embarazo y el parto. Tiene senos y nalgas prominentes, la piel suave la barbilla lampiña, la voz aguada y la vagina vuelta hacia delante y es por último una coqueta innata.
Todo estimula la sexualidad.
La naturaleza evolutiva ha sido más generosa con las mujeres que con nosotros los varones, esto debido a que en lo más remoto de nuestro pasado nebuloso: cuando nuestras antepasadas se convirtieron en unas atletas sexuales para poder sobrevivir.
CAPITULOS POSTERIORES DEL LIBRO
2. Antes de Adán y Eva
3. El enigma del eslabón perdido
4. Orígenes de la sexualidad humana
5. El contrato sexual
6. Las consecuencias sociales
7. Quién es quien
8. El don de la elocuencia
9. Unos cuantos trucos más
10. Nuestra banda
11. Sexo fututo

Les recomiendo este libro, léanlo es muy bueno aquí les dejo el link donde pueden y descargar el libro.
http://dc120.4shared.com/download/98782287/af1faf0e/Fisher_Helen_-_El_contrato_seu.pdf?tsid=20100224-115103-12efebf7
Y los que deseen tener el libro físico, déjenme en el comentario su E-mail o escríbanme a solamentepm@hotmail.com , espero que les haya interesado.