martes, 20 de julio de 2010

PRIMERO DE LOS ÚLTIMOS EXÁMENES DEL IX SEMESTRE – MI SALON

Esto lo escribí –el día lunes 19 de este mes –cuando estaba en pleno primer y uno de los últimos exámenes de mi noveno semestre. Seguramente esto no les va a gustar a muchos, tómenlo con humor –si es que acaso lo leen

Me saque los lentes para limpiarlos como siempre acostumbro hacerlo. Había terminado ya de responder mi examen, en realidad no acabe, simplemente ya no sabía que más responder –fue ahí cuando para mi termino esa prueba –. No es que sea ducho ni mucho menos haya estudiado, solo hice lo que creí correcto. Además me considero tan asno como los muchos alumnos que existen en mi salón, así que, dedique ese tiempo de sobra a observar y describir lo que mis compañeros hacían con entusiasmo.


Cuando levante la mirada la primera persona que vi fue a Danny, revisaba con cautela algunas hojas –las diapositivas de clase –que estaban debajo de la carpeta de Pedro; buscaba sigilosamente alguna que otra preguntilla del examen. Delante de mí estaba sentado Hugo –delegado del salón –sumamente atento en su plancha –que es un conjunto de copias extremadamente reducidas que cumple la función de su cerebro en los exámenes –y, que orgullosamente me las muestra. Anita que con actitud y presencia de honesta hacia un ruido escandaloso con sus hojas –no siempre es lo que se ve –es la más vil, silenciosa y audaz de las plagiadoras, no pensé que copiaras en los exámenes, recién me di cuenta, que decepción, parecías candorosa. A mi costado derecho estaba Susan Amy, pasándole verbalmente las respuestas a Iván; quien fervorosa y rápidamente copia el dictado en su examen. ¡Cuando no Susan tan generosa y buena gente! Pero tu Susan ya vienes haciendo trampa, piensas con dos cerebros, el tuyo y del ya no tan minúsculo Renzin (ummjjj….. si…..)

Recordé algo que podía acompañar a los párrafos chamulleros de mis respuestas y volví rápidamente a mi examen, puse lo que pensé y nuevamente me dedique a observar a mis compañeros. Esta vez dirigí mi mirada hacia adelante, puse mi atención en Denis, que es un dragón para copiar y para otra cosa también –con tal que no escribas en las carpetas puedes plagiar lo que quieras –. Al lado derecho de Denis estaba Pedro, que serenamente busca ayuda en alguien de su lado.

Y así, seguía transcurriendo el tiempo, todos estaban entretenidos en su examen. Yo de mi parte entretenido mirando a mis compañeros. Mientras el profesor caminaba una que otra vez dentro del salón, haciéndose el desentendido, como si no supiera que la mayoría copiaba… El apellido paterno de mi profesor es Parco, sinónimo de templado, abstinente y frugal. Supongo que hace honor a su apellido y por eso es parco en la hora de cuidar exámenes –siempre se abstiene de amonestarnos –.Parco salió hacia la puerta del salón a contestar su celular –eso también siempre lo hace –. Cada vez que pasaba eso, el salón era un jodido jolgorio de caraduras desesperadas y ávidas por información. En inicio copian en voz bajita, poco bajita, luego un poco más alto y después gritando sin complejos: ¡pásame el cuatro! ¡Has hecho el seis! ¡Préstame tu hojita!... Después otra vez en silencio y a los pocos minutos otra vez los jadeos de la deslealtad animosa llegaban a su punto más alto y efervescente de su ciclo.

De otro lado Irvin y Johan siguen compartiendo información –así suena más bonito –. Daniel haciéndole otro dictado a Sheilita –mi prima de cariño –que pone una carita entre asustada y yo no fui, y que por cierto me agrada. Charito –otra –que siempre escribe y ensucia las carpetas, esta vez no lo hizo, llego un poco tarde y seguramente tenía un plagio demasiado bueno como ella acostumbra a fabricarlo, estuvo muy entretenida sin fastidiar a nadie…

Ya es hora de entregar las pruebas, esta vez solo observe a una persona honesta en el examen, a Ángel –si es que no me equivoco – pero eso que importa, además ver a mis compañeros con actitud desleal es una fiesta de destreza, aptitudes, talentos y marañas para ser el “mejor” a su manera.

miércoles, 7 de julio de 2010

PRELUDIO A MI PRISIÓN


No recuerdo que día fue, en que Florecitas –persona que me quiere y yo más a ella –me dijo que la próxima publicación de su libro podría tener como título “Mi Prisión” –bonito titulo le dije –. Desde ese día en mi caprichosa y desconcatenada conciencia retumba una pregunta que yo mismo me formule: ¿Armandito de ti cuál es tu prisión? Estuve meditando, pensando y buscando administrar cuales de las tantas cosillas mías podrían entrar en mi baúl prisionero anónimo; y a la fecha a la luz del desanonimato.

Antes de identificar mi ergástula interior quisiera definir como percibo lo mencionado: en mi caso, al igual que muchos, mi prisión es un encierro mental, donde mis ideas son aplastadas por las absorbentes y codiciosas costumbres y comportamientos sociales. Aplastados por entes maniatados por la razones inconscientes que prohíben y cohíben mis deseos de hacer lo que en mi pudiera parecer correcto, todo ello hace de mi existencia una separada y desunida insoportable prisión. Volviéndome loco de no poder librarme de esa mazmorra abstracta y muchas veces cediendo la mano, de una u otra forma, con esta sociedad que nos rodea y oprime.

La primera, la más fuerte y la única de mis prisiones es la vivencia de la separatidad, lo cual provoca mi angustia. Eso significa que este aislado (físico y/o mental), sin tener la posibilidad de poder utilizar mis poderes humanos, significa que el mundo puede invadirme –y atropellarme –sin que yo pueda reaccionar. Por una parte me produce vergüenza y un sentimiento de culpa. Mi prisión es saber que soy consciente de poder hacer lo que quiero según mis posibilidades y no me acerco a ello. Mi prisión es saber que mañana es jueves y aun no hice nada por mí. Mi prisión es saber que soy yo.

Y tú te has preguntado ¿cuál es tu prisión?